La gaufre vanille de la Maison Méert à Lille : une légende gourmande aux arômes de Madagascar

El gofre de vainilla de la Maison Méert en Lille: una leyenda gourmet con aromas de Madagascar

Los lillois la conocen bien, es golosa, es única, encarna una cierta idea de lujo pero sigue siendo accesible: la gofre de vainilla de la Maison Méert (pronunciado Mer). Es una delicia para darse un capricho pero que sería perfecta como regalo para amigos amantes de las cosas buenas. 

 

Un patrimonio culinario que data de 1849

Desde 1849, la Maison Méert, antes confitería fundada en 1761, deleita Lille y al mundo con su célebre gofre relleno de vainilla, nacido de la imaginación de Michael Paulus Gislenus Méert. En aquella época, gracias a su experiencia en plantaciones de vainilla, cacao y café en las colonias, aportó un soplo de exotismo a la repostería lilesa creando esta delicia única.

Nada más salir de la gofrera, este gofre brioche ovalado se corta en dos para acoger un relleno generoso: mantequilla, azúcar y, sobre todo, vainilla de Madagascar. Estas últimas aportan todo su aroma aterciopelado, consolidando el gofre de Méert como un icono de la gastronomía.

 

Ingredientes nobles y locales

Méert no apuesta únicamente por el exotismo: cada ingrediente se elige con el mayor cuidado. Su harina proviene de los Molinos Waast, muy cercanos, mientras que el azúcar es de remolacha del norte. La mantequilla, por su parte, es fresca y normanda. Y es el toque final, la vainilla de Madagascar, lo que realza el conjunto, gracias a su aroma intenso y aterciopelado.

La vainilla de Madagascar, variedad Vanilla planifolia o “Bourbon”, es hoy en día la más valorada del mundo: representa cerca del 80 % de la producción global y es apreciada por su riqueza aromática, conseguida gracias a un largo proceso de fermentación natural. Por eso Méert no elige solo un aroma, sino un terruño prestigioso.

 

Una receta inalterada, una inmensa reputación

Desde hace más de 170 años, la receta sigue siendo secreta y fiel a la original. Se basa en una masa de brioche fina, moldeada en un hierro tradicional, cortada a mano y luego generosamente rellena con una mezcla rica en vainas de vainilla de Madagascar  .

La autenticidad de esta delicia le ha valido innumerables distinciones: clientela de casas reales, de Marguerite Yourcenar, de De Gaulle o de familias reales europeas.

 

¿Cómo se preparan estos gofres?

Según la Maison Méert, el gofre se cuece en un molde grabado, luego se corta con un cortador una vez sacado, antes de ser rellenado a mano.

Une recette détaillée (publiée par Le Bonbon ou AD Magazine) révèle sa composition:

Masa: 1 kg de harina, sal, 150 g de azúcar, 8 huevos, 50 g de levadura, leche, 500 g de mantequilla.

Cobertura: 1 kg de azúcar, 500 g de mantequilla, 1 vaina de vainilla de Madagascar  .

La vaina se abre y se raspa: sus semillas se incorporan a la mezcla, liberando así toda su potencia aromática en boca.

 

Una degustación sutil

Estas gofres ofrecen una experiencia única:

Textura: masa fina y ligeramente crujiente por fuera, tierna por dentro.

Sabor: una intensa combinación entre la mantequilla fresca, el azúcar del norte y la vainilla embriagadora de Madagascar, profunda y suave.


Envasado, conservación y formatos

Empaquetadas en cajas de 6 o 12, los gofres Méert se conservan hasta 10 días. La versión «clásica» se encuentra en tienda en Lille, Roubaix, París… y en línea, enviada en paquete refrigerado o estándar.

Caja de 6: ~19 €; de 12: ~30 €.

Existen ediciones limitadas de temporada (limón/cítricos, frambuesa, pistacho…), pero la vainilla sigue siendo la firma de la Maison Méert.

 

La vainilla de Madagascar: el alma del gofre Méert

La elección de las vainas de vainilla de Madagascar está lejos de ser trivial: famosas por su gran riqueza aromática, con notas florales, dulces y amaderadas, ofrecen un perfil delicado pero potente, perfectamente adaptado a un placer corto e intenso.

 

¡Méert, una visita obligada!

Méert no es solo una marca: es un monumento histórico (catalogado desde 1980), un lugar de memoria y creación, un salón de té, un restaurante gastronómico e incluso un museo en el sótano.

Visitar Lille es una parada obligatoria en Méert: degustar un gofre, seguir los pasos de Buffalo Bill, Winston Churchill, Jackie Kennedy, o admirar la fastuosa decoración ornamental. Te recomendamos hacer una pausa para tomar una taza de té en el salón acondicionado para ello bajo una majestuosa veranda, en la parte trasera de la tienda.

 

En conclusión

El gofre de vainilla de la Maison Méert no es un simple pastel. Es el fruto de una historia, de un patrimonio, de un saber hacer único y de una selección de ingredientes nobles – entre ellos las vainas de vainilla de Madagascar – que lo convierten en una experiencia sensorial única.

En Lille, o a través de su tienda online, es un viaje de sabores por el tiempo y la excelencia. Cada bocado es un homenaje a más de 170 años de tradición, generosidad y pasión por una pastelería convertida en leyenda.

 

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